Hay un dicho en wólof, lengua nativa en Senegal, de la etnia de los Wólof, que dice algo así como “enséñame a lavarme, para lavarme yo solo” y es que el emprendimiento es, sin duda, una de las mejores opciones para mejorar la vida de las personas en Senegal, para construir un futuro mejor.
Matty Mbengue es una mujer que soñaba con dar vida a su proyecto, ése que le gustaba desde que era pequeña: la cosmética natural. Para ello, y sin dejar de lado la posibilidad de conseguirlo algún día, se preparó y se formó, con la ayuda de Anne Catherine Beye, farmacéutica, fundadora y propietaria del hotel escuela La Source aux Lamantins en el que Matty trabajó algunos años como directora.
Matty sigue siendo todavía la cara visible y un referente en este pequeño hotel escuela que ofrece oportunidades de formación a jóvenes en situación vulnerable del entorno de Fimela, una pequeña ciudad localizada en el Delta del Sine Saloum. A través de diferentes becas de estudios, financiadas en su mayoría por los propios profesores del centro, los jóvenes pueden aprender cocina, restauración, hotelería o agroecología y encontrar posteriormente un trabajo en los establecimientos turísticos de esta preciosa zona de Senegal. Matty cuida a estos jóvenes, los anima a confiar en ellos, a aprender y a mirar el futuro con más optimismo.
Una mujer con energía desbordante que, a los 60 años, no para de trabajar y que ha decidido que éste es su momento. Sin dejar de lado el hotel, porque se siente parte de él, Matty se ha lanzado a emprender y a crear una línea de cosméticos elaborados con plantas medicinales ecológicas incluyendo cremas, bálsamos y aceites esenciales.
Para muchas jóvenes, Matty es un referente y ven en ella a una mujer a la que emular y con quien aprender. Por eso, el proyecto cuenta con chicas jóvenes graduadas en su hotel, cada una con diferentes responsabilidades, y que han constituido, entre todas, un GIE (grupo de interés económico). Unas se encargan de vender y realizar el marketing en su entorno, otras son responsables de un producto y otras están a cargo de la gestión. Toda una empresa, una pequeña startup que emprende sus primeros y firmes pasos en el negocio de la cosmética natural.
El proyecto de Matty es ya una realidad. Su objetivo es expandir las ventas, llegar a más pueblos, incluso vender online, porque sus productos son efectivos, basados en un conocimiento profundo de las plantas y al asesoramiento continuo de una gran experta en botánica y farmacia, su querida amiga Anne Catherine.
Emprender en Senegal no siempre es fácil, pero mujeres como Matty son un ejemplo para muchas jóvenes que hoy sueñan con abrir su propio negocio gracias a la confianza que les inspira esta mujer, cuya pasión es contagiosa, y que te habla tranquila, segura de sí misma y orgullosa de las mujeres que le acompañan en este proyecto y que dan forma a ese sueño que finalmente decidió no abandonar.