Desde Santander BEST Africa ofrecemos apoyo técnico o económico a emprendimientos que favorecen el empleo de la mujer, fomentan la sostenibilidad -económica, social y medioambiental- y contribuyen de forma inclusiva al desarrollo de la comunidad.
Conoce algunos de los emprendimientos integrados en el programa.
El empoderamiento económico sigue siendo un desafío para las mujeres de Mozambique, especialmente en lo que se refiere al entorno rural. A pesar de suponer el 87,3% de la mano de obra en la agricultura, solo el 25% tienen derechos oficiales de uso de la tierra como propietarias (UN Women, 2015). Humbi Farm es una granja ecológica de 15 hectáreas desarrollada con el fin de facilitar el abastecimiento del centro educativo Munti, impulsado por la Fundación Khanimambo, y para generar nuevas oportunidades de formación, empleo y crecimiento social.
La granja ecológica pretende reforzar la sostenibilidad del centro Munti, inspirar a la comunidad agrícola con técnicas innovadoras basadas en los principios de la permacultura, favorecer la formación técnica y la creación de empleo en una iniciativa que busca ser referente en cooperación agrícola sostenible en Xai-Xai.
Vinculado a los proyectos interrelacionados de la Fundación Khanimambo en Xai-Xai, Humbi Home, alojamiento para voluntarios y viajeros que visitan Xai-Xai, está conformado por ocho cabañas y un edificio central común. Humbi Home pretende ayudar a generar desarrollo, empleo e inspiración en la comunidad de Xai-Xai. Se presenta como una plataforma de trabajo para las mujeres de la comunidad dentro del sector turístico y como inspiración arquitectónica, innovadora y sostenible, para el municipio.
El proyecto, desarrollado con la colaboración de Fundación Khanimambo, contempla la adquisición del equipamiento necesario para el acondicionamiento de las cabañas y casa común y para el inicio de la actividad.
En 2019 Fundación Encontro y Enraíza Derechos comenzaron una iniciativa con las mujeres de Boane para incentivar el cooperativismo, el ahorro y la inversión en pequeños negocios. En el ámbito de esta iniciativa han ido surgiendo otros grupos de mujeres que han mostrado interés en comenzar pequeños emprendimientos económicos que les ayuden a mejorar sus niveles de renta. Uno de estos grupos está compuesto por 160 mujeres que están encuadradas en un programa de cuidado y preservación del medio ambiente.
El proyecto propone trabajar con un grupo de 25 de estas mujeres fortaleciendo sus capacidades en gestión de pequeños negocios: identificación de la idea de negocio, análisis de contexto, elaboración de sencillos planes de negocio y técnicas de comercialización y marketing, y en educación financiera básica para constituir y gestionar un fondo rotatorio que sirva para apoyar la puesta en marcha de sus iniciativas. Serán ellas mismas, con el acompañamiento del equipo técnico de Fundación Encontro y de Enraíza Derechos, las que elaborarán los criterios y reglas de funcionamiento del fondo.
Las mujeres beneficiarias de esta iniciativa forman parte del programa "Combate contra la desnutrición crónica", implementado por la Fundação Encontro y Enraíza Derechos en los Distritos de Boane y Namaacha. Estas mujeres cuentan con la agricultura como base de su subsistencia, trabajando el campo con unos sistemas de cultivo precarios y sujetas a la vulnerabilidad climática.
El proyecto, desarrollado con la colaboración de la ONG Enraíza Derechos, pretende apoyar a 20 mujeres campesinas en los distritos de Boane y Namaacha con insumos agrícolas y asesoramiento para mejorar las técnicas de producción, la planificación y la diversificación de la producción agrícola.
Madre Coraje trabaja desde 2014 en Limpopo en la búsqueda de soluciones para mejorar las condiciones de vida de la población en diversos ámbitos: acceso a la educación, acceso al agua y saneamiento, mejora de las condiciones productivas agropecuarias, promoción del asociativismo, promoción de la igualdad y la equidad; y en el fortalecimiento de la comercialización local. El proyecto se encuadra dentro de una línea de acción más amplia orientada a impulsar el empoderamiento económico de las mujeres en esta zona de Mozambique.
En el marco de esta iniciativa se pretende ayudar a consolidar el servicio aviario del centro comunitario dando respuesta al incremento observado en la demanda de huevos por parte de la población. Se contempla la formación de un mínimo de 30 personas, en su mayoría mujeres, en técnicas para la producción de huevos, para consumo propio y venta del excedente; la compra de equipamiento; la formación y reciclaje en gestión avícola; la formación en marketing; la promoción de charlas comunitarias sobre salud y nutrición; y la promoción de una feria para la exposición y comercialización de los servicios del centro.
Gran parte de la población de los barrios de Maputo se encuentra en situación de pobreza multidimensional. Esta realidad sin duda tiene un rostro femenino en el país ya que afecta más a las mujeres por su posición social. Es el caso del barrio de Mahotas cuya población procede mayoritariamente de zonas rurales de donde han emigrado a consecuencia de las guerras, desastres naturales y carencias de perspectivas laborales y socioeconómicas sostenibles. Con la finalidad de contribuir a incrementar las oportunidades sociales y laborales de las mujeres, las Hermanas Dominicas del Rosario llevan años implementando programas sociales de educación, de formación y de emprendimiento. Estos programas van dirigidos principalmente a las mujeres que no pudieron acceder al sistema de educación formal. Manos Unidas viene apoyando estos programas desde 2006.
El proyecto, desarrollado con la colaboración de Manos Unidas, pretende ayudar a mejorar las condiciones socioeconómicas de las mujeres en situación de vulnerabilidad en el barrio de Mahotas mediante la puesta en marcha de actividades generadoras de ingresos. Para ello, se transferirán y fortalecerán los conocimientos de 14 mujeres en emprendimiento en artesanía textil, arte, belleza y peluquería, informática y gastronomía. Estas mujeres serán acompañadas en el proceso de creación de su propia actividad comercial. El acompañamiento incluirá la dotación del equipamiento necesario para iniciar su negocio seguido de un soporte técnico individualizado durante 1 año.
El proyecto está localizado en las aldeas de Nhantsembene y Nhampequene, zonas periféricas de la ciudad de Xai-Xai, en el distrito de Changoene. En ambas aldeas gran parte de la población, especialmente la infantil, sufre cada vez más de enfermedades intestinales o de origen hídrico, del hambre o la desnutrición, como consecuencia de su vulnerabilidad al cambio climático.
Con este proyecto, desarrollado con la colaboración de Manos Unidas, se pretende contribuir a la mejora de la calidad de vida y autonomía de las mujeres de estas dos aldeas rurales. Para ello, se transferirán y fortalecerán los conocimientos en agroecología de 50 mujeres mediante sesiones de capacitación impartidas por técnicos agrarios. Estas mujeres serán acompañadas en la puesta en marcha de una actividad agraria generadora de ingresos. El acompañamiento de las 50 mujeres se iniciará con la puesta a su disposición de 50 parcelas del huerto comunitario, seguido del suministro de semillas, plántulas y equipamiento para los cultivos, y de la instalación de tiendas en el mercado con almacén equipado de una nevera y congelador para conservar y vender los productos. Además, se instalarán puestos en el mercado y una tienda cerca de las aldeas para vender los productos, que contará con un almacén para guardar productos básicos como arroz, aceite, sal, y otro para que las familias no tengan que recorrer grandes distancias para conseguirlos. Las mujeres tendrán sus ingresos asegurados mes a mes y sus familias estarán mejor atendidas y alimentadas. Las 50 mujeres se beneficiarán de una formación inicial de tres meses de duración y de un acompañamiento permanente durante toda la duración del proyecto.
La cooperativa Khessani es una iniciativa promovida por 15 mujeres del distrito de Jangamo, en Inhambane, que llevan trabajando 2 años en el desarrollo de su proyecto y están constituidas como cooperativa desde julio del 2022. En este tiempo han desarrollado una línea de negocio basada en la avicultura y otra en la venta de hielo en escamas. Entre sus objetivos contemplan desarrollar una tercera línea basada en la acuicultura que ayudará a que se incorporen al menos 15 mujeres más en la cooperativa. Con esta nueva línea de trabajo, se espera que, a largo plazo, las 210 mujeres mariscadoras del poblado de Madava dispongan de un lugar seguro para vender el género mariscado, sin necesidad de tener que desplazarse a los mercados ni depender de precios aleatorios o abusivos.
El proyecto va a sentar las bases para que las mujeres de la cooperativa inicien esta nueva línea de negocio a través de un programa de formación que les permita gestionar su negocio y empoderarse. La iniciativa, desarrollada con la colaboración de Fundación Mujeres por África, pretende fomentar las artes de pesca sostenible, fomentar la conservación del manglar, diversificar las fuentes de ingresos del sector pesquero artesanal, incluyendo a las mariscadoras, y fomentar el turismo responsable de naturaleza. El proyecto ayudará igualmente a mejorar la empleabilidad de las mujeres de la cooperativa Khessani.
Mozambique se encuentra entre los 10 países más pobres del mundo con un 62% de su población viviendo por debajo del umbral de pobreza absoluta, es decir, con menos de dos dólares al día. Su economía está dominada por el sector agrícola, que representa el 25% del PIB y da empleo a cerca del 70% de la población, el 90% en las zonas rurales. El 98% de la mano de obra del sector está compuesta por pequeños productores dedicados principalmente a la agricultura de subsistencia, en actividades desarrolladas de forma mayoritaria por mujeres.
El proyecto, desarrollado con la colaboración de Enraíza Derechos, ofrece apoyo a 25 mujeres de la asociación Khanimambo para la producción y transformación de maíz y cacahuete en harinas nutritivas para la venta en el mercado local del distrito de Magude. Estas harinas tienen una fácil salida en los mercados locales y servirán para enriquecer las papillas infantiles, combatiendo de esta forma la desnutrición entre los niños y niñas de entre 0 y 5 años. El proyecto contribuirá a mejorar los ingresos de las mujeres y a dinamizar el tejido económico de la zona.