Josep Maria Sert (Barcelona, 1874-1945)
Castellers
1929-1930
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Grisalla en negro y oro sobre lienzo, 420 × 156 cm
Josep Maria Sert es sin duda alguna uno de los artistas más controvertidos e insólitos que ha dado el siglo XX. Insólito por su dedicación casi en exclusiva a la pintura decorativa, con pequeñas incursiones en el teatro y la ilustración, y desde la cual cosechó grandes éxitos y fama mundial, hasta el punto de ser para muchos el mejor pintor decorador del periodo de entreguerras. Esta misma obra es fuente de controversia, pues su estilo grandilocuente y la perseverancia de ciertos gestos ligados a la tradición hacen que todavía hoy algunos sitúen las razones de su brillante carrera en su capacidad negociadora y no en su maestría artística. Lo cierto es que ningún otro pintor supo responder con tanto acierto a las expectativas de la sociedad en la que se movió, ni reflejar con mejor atino su gusto y estilo de vida.
Oriundo de Barcelona y con fortuna familiar, decidió al finalizar el siglo marchar a París para labrarse desde allí un futuro como artista. Su primer encargo, la decoración de la catedral de Vic, de la que hizo tres proyectos, fue el que más fama le proporcionó y el que le confirió ese aura de heredero directo de Miguel Ángel con la que se haría un nombre.
La Colección Banco Santander posee dos de sus obras. Conserva varios fragmentos de la que seguramente sea –a falta del desaparecido primer proyecto de Vic– la obra más destacada de sus primeros años de trabajo: la decoración, fechada en 1913, de los salones de Kent House, propiedad londinense de sir Saxton Noble. El plafón El triunfo de Apolo condensa mejor que ningún otro el estilo de raíz clasicista con el que Sert cosechó sus primeras críticas entusiastas. La influencia italiana recogida a lo largo de sus numerosos viajes por la península, y una referencia constante y clara a la mitología están presentes, pero totalmente personalizadas al mezclarse con elementos exóticos y de carácter orientalizante, como los elefantes o las palmeras, propios de su obra posterior. Se trata pues de una obra clave, que sintetiza el trabajo anterior y anuncia los nuevos derroteros hacia los que tenderá en los años siguientes.
A raíz del sonado éxito que obtuvo la inauguración en 1929, del que fue segundo proyecto de decoración de Vic, la carrera de Sert se desarrolló con rotundidad en Estados Unidos. Las bodas de Camacho, perteneciente hoy a la Colección, fue su primera obra en ver la luz pública en Nueva York y una de sus mejores realizaciones. Se trata de un conjunto de quince paneles destinado a uno de los comedores de gala del hotel Waldorf Astoria, símbolo de la elegancia art déco. Sert se inspira en el Quijote para realizar una obra de tintes folclóricos y populares, en la línea españolista que entonces tanto gustaba, y con claras alusiones a Goya. Reconocemos los motivos decorativos del mejor Sert: las torres humanas, las acrobacias, los instrumentos de música, los animales, todo ello en un ambiente festivo y jovial.
El pintor murió en 1945, unos días después de haber instalado en la catedral de Vic los últimos lienzos, pertenecientes a su tercer proyecto. La obra ha quedado inacabada. A pesar de ello, transmite con fidelidad la fastuosidad del arte de Sert. [Pilar Sáez Lacave]