Faïencerie Olérys et Laugier. Moustiers (Francia)
Salero
Decoración «à guirlandes et médaillon» (1745-1750)
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Cerámica, loza policroma, alt. 5 cm
Moustiers es una pequeña población situada entre montañas en los Prealpes franceses que adquirió fama gracias a una dinastía de alfareros-pintores, los Clérissy. En 1677, Pierre Clérissy I (activo hasta 1728), un aventajado pintor de loza, fundó una alfarería que fue continuada por su hijo Antoine de 1728 a 1732 y por Pierre Clérissy II hasta 1783. La promulgación de diferentes edictos reales a finales del siglo XVII y principios del XVIII favoreció la producción cerámica de Moustiers. Dichos edictos prohibieron el uso de vajillas de oro y plata que, durante este período, fueron sacrificadas en beneficio del Estado con el fin de sufragar las guerras, el comercio con Oriente y los excesivos gastos de la corte. Desde entonces los servicios de mesa fabricados en esta localidad se comercializaron con éxito entre las familias aristocráticas, no solo del sur de Francia, sino de todo el país.
Uno de los artistas que destacó entre los alfareros de esta localidad por la utilización de la policromía y de un nuevo repertorio ornamental de estilo rococó, fue Joseph Olérys (1697-1749). Este pintor, oriundo de Marsella y formado en Moustiers, fue contratado por el IX conde de Aranda en 1727 cuando fundó la manufactura de Alcora donde trabajó durante diez años. El 1740 regresó a Moustiers y se asoció con su cuñado Jean-Baptiste Laugier para instalar su propia fábrica en dicha comunidad.
Este salero de borde tetralobulado, inspirado en los modelos de plata, está decorado con una cenefa de guirnaldas florales, motivo de ascendencia clásica que caracteriza los trabajos de Joseph Olérys.
El soporte está ornamentado por una guirnalda floral y un escudo que no respeta las normas de la ciencia del blasón y entra en una dinámica más bien decorativa que estrictamente heráldica. Se trata de un escudo italiano cordiforme (en forma de corazón) partido. En la sección izquierda aparecen dos sierpes enlazadas, de azur, entre las que se encuentran tres objetos no identificables. En la mitad derecha se representa un león rampante de púrpura y coronado de oro. Los dos palos de la partición central, de gules y oro, no parece que tengan lectura heráldica, sino que se trata más bien de un adorno de fantasía.
Todo el escudo está timbrado por una corona (parece de marqués) y acolado por el que podría ser el collar de la Orden de San Genaro, una orden militar y nobiliaria de la casa real de Borbón de las Dos Sicilias.