Manufactura de Alcora
Grupo escultórico: Toro Farnesio
Siglo XIX
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Cerámica, loza policroma, alt. 43 cm
La manufactura de Alcora fue fundada en 1727 por el IX conde de Aranda en terrenos de su propiedad en la actual provincia de Castellón. El objetivo era crear una fábrica de lozas y porcelanas de lujo que compitiera con las manufacturas extranjeras. Los privilegios reales, entre los que destacaba la exención de impuestos en la exportación de piezas y la libre entrada de materiales desde el extranjero, permitieron que esta manufactura persistiera hasta mediados del siglo XIX a pesar de no contar apenas con beneficios.
A lo largo de su existencia, la fábrica se convirtió en un modelo de organización y en un referente de orientación estética gracias a la contratación de especialistas extranjeros, artistas y «secretistas» que aseguraban conocer el secreto para la fabricación de la porcelana. Además, la creación de una academia de aprendices permitió a la manufactura continuar proporcionando una producción de máxima calidad.
Además de vajillas, objetos de tocador, escribanías, candelabros, y todo tipo de objetos funcionales, en Alcora también se realizaron grupos escultóricos a partir de 1745. En 1787, Pierre Cloostermans (1752-1798), químico francés que había ejercido como pintor en las manufacturas de porcelana de Sèvres y Limoges, fue contratado para dirigir el departamento de porcelana de la fábrica castellonense. Su labor puede valorarse muy positivamente ya que, además de mejorar las recetas de porcelana y tierra de pipa, introdujo el estilo neoclásico en Alcora. También renovó el repertorio de grupos de figuras y uno de los modelos que más éxito cosechó fue el Toro Farnesio, una escultura que se hizo en cinco tallas diferentes y en dos materiales: loza y tierra de pipa. El ejemplar de la Colección Banco Santander corresponde al tamaño mediano. El origen de esta escultura se encuentra en la antigua Grecia, cuyo modelo en bronce (hoy desaparecido) fue realizado por dos escultores de Tralles (Turquía). De este grupo escultórico que reproduce el suplicio de Dirce, se hicieron muchos grabados desde que fue descubierto en el siglo XVI hasta el siglo XVIII.
Este ejemplar, que reposa sobre un zócalo moldurado decorado con vetas a imitación del mármol, corresponde a una producción de la fábrica cuando esta era propiedad de Ramón Girona (1858-1895). Hay que precisar que los moldes de la fábrica de Alcora se vendieron y se estuvieron utilizando hasta la primera mitad del XX. Realizado en loza, presenta un esmalte blanco deficientemente aplicado que deja entrever el barro rojo. Así mismo, la policromía resulta extravagante y poco realista. A pesar de que en el reverso puede verse la «A» (marca utilizada hasta 1808 para diferenciar las piezas de la manufactura de Alcora de las copias realizadas por las «fabriquetas»), por la falta de calidad se puede afirmar que se trata de una obra realizada en las postrimerías del siglo XIX.