Pablo Serrano (Crevillén, Teruel, 1910 – Madrid, 1985)
Hombre con puerta
Hacia 1965
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Bronce, 27 × 24,5 × 23 cm
Pablo Serrano es uno de los escultores más destacados de la renovación del arte español que se desarrolló a partir de los años cincuenta. Aunque la vanguardia tuvo en la pintura uno de sus ejemplos más destacados, diversos escultores, entre los que figura Serrano, desarrollaron una renovación en el campo de la escultura no menos radical.
Tras formarse en Zaragoza y Barcelona, viajó a Uruguay y se instaló en Montevideo en 1930. A pesar de que sus inicios fueron académicos, tendió a una figuración expresiva hasta que entró en contacto con Torres García en 1946 y se interesó por la abstracción. En Uruguay, Serrano desarrolló una intensa actividad artística hasta 1955, año en que regresa a España. Dos años más tarde, entra a formar parte del grupo El Paso, en el que junto con Martín Chirino sería uno de los portavoces de la renovación de la escultura española contemporánea. Un año después abandona el grupo.
La actividad de Serrano como escultor discurrió entre una figuración y una abstracción expresivas. Sus retratos, como los de Antonio Machado, Gaya Nuño o Camón Aznar, son ejemplos de una expresividad del retrato llevada al límite. Serrano siempre logró obtener del material, especialmente del bronce, el máximo de sus posibilidades expresivas, destacando el efecto plástico de las texturas y la superficie.
En sus esculturas, el artista acentúa frecuentemente el contraste entre la forma agresiva, sin desbrozar y «en bruto» de las superficies y el tratamiento pulido y brillante de los huecos, como puede observarse en Hombre con puerta. La superficie exterior de la obra muestra una materialidad táctil y espontánea en comparación con el pulimento del hueco del interior. Estos contrastes materiales producen una contraposición espacial y plástica entre interior y exterior según un efecto desarrollado ampliamente por el escultor. Es la contraposición materia y vacío, masa y espacio, lo que convierte a muchas de sus esculturas en interlocutores entre una realidad material y un espacio creado desde el interior de la escultura. [Víctor Nieto Alcaide]