Pierre Pourbus (Gouda, Holanda, 1523/1524 – Brujas, Bélgica, 1584)
Hombre sentado con barba roja
1555-1565
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Óleo sobre tabla, 84 × 65 cm
Retrato que fue considerado obra de un pintor anónimo flamenco pero que ya hace algunos años se atribuyó a Pierre Pourbus, nacido Pieter Jansz Pourbus en Gouda en 1523 o 1524. Ingresó en 1543 en la guilda o corporación de pintores de Brujas. Se ignora quién fue su maestro aunque parece probable que lo fuera Lancelot Blondel, con cuya hija se casó en 1544. En este año ingresó en la corporación de ballesteros de San Jorge y al siguiente nació Frans Pourbus el Viejo (1545-1585), que trabajó con Frans Floris en Amberes. Pierre alcanzó pronto gran éxito en la ciudad, como muestra que se le encargara en 1549 la decoración para la entrada de Carlos V y el príncipe Felipe. Ocupó en varias ocasiones los oficios de jurado y decano de la corporación de pintores y frecuentemente fue designado para inspeccionar los trabajos de fortificación e hidrológicos. En 1582 le visitó el historiador Karel van Mander, quien le incluyó en su libro Schilder-boeck (Libro de pintores o Libro de la pintura). Trabajó para clientes españoles como Juan López Gallo, barón de Male, representante de Felipe II en los Países Bajos.
Hacia 1547 pintó la Alegoría del amor fiel (Wallace Collection, Londres) y desde 1551 hasta 1583 son abundantes las obras firmadas y fechadas por él. Es autor de grandes retablos, en especial trípticos con puertas pintadas por el reverso con santos en grisalla en hornacinas fingidas y con retratos colectivos por el anverso, como el de los Santos Juanes (1549, Museo del Prado). Pintó mapas por encargo de la ciudad –se conservan seis de los veintiocho citados en las fuentes–, superando a su suegro como cartógrafo. Hizo muchos retratos de miembros de la burguesía de Brujas, individuales o de esposos, de media figura, busto o solo cabeza, en posición de tres cuartos pero casi frontal.
El hombre del retrato de la Colección Banco Santander lleva vestido negro con grandes brahones y el cuello y puños de la camisa rizados y cortos según la moda en la ciudad durante el decenio en que datamos la obra. Pourbus suele mostrar ambas manos, sosteniendo un guante con una de ellas, lo que no sucede aquí, pero en una ocasión al menos –Joven religioso (Mauritshuis, La Haya)– el retratado sostiene un libro. Aparece de perfil derecho, como suele presentar Pourbus a los varones, una costumbre protocolaria. Entre los treinta y dos cofrades que aparecen en las puertas del retablo de 1556 de la cofradía de la Santa Sangre, varios personajes presentan una barba semejante, e incluso algunos la tienen pelirroja, por lo que no es imposible que el retratado sea de uno de ellos.
Si en las obras religiosas Pourbus muestra influencias italianas, en el retrato sigue una tradición flamenca que explica la atención realista y la caracterización individual. Propio de la época y de la sociedad en que vive es el carácter monumental, el fondo neutro, la disposición de las manos y la presencia de los libros, que identifican la figura con sobriedad, distinción, elegancia y distanciamiento del espectador. Esta obra destaca además por su finura y cierta delicadeza que la hacen superior a otros de sus retratos. [José Manuel Cruz Valdovinos]