Rafael Canogar (Toledo, 1935)
Homenaje a Van Gogh
1987
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Óleo sobre lienzo, 200 × 159 cm
OTRA INFORMACIÓN
Firmado en el ángulo derecho: «Canogar 87» Inscripción al dorso: «Canogar 87 / Van Gogh I, Van Gogh II»
La trayectoria seguida por Rafael Canogar se caracteriza por haber desarrollado un constante proceso de transformación. De ahí que se hable de «las pinturas de Canogar».
Su formación inicial tiene lugar en el taller de Daniel Vázquez Díaz, maestro con el que se formaron diferentes pintores que protagonizarán la vanguardia y la modernidad en el arte español de los años cincuenta. En el estudio de don Daniel se aprendía desde los principios de la modernidad y al margen del imperativo de las doctrinas académicas.
En estos primeros años, Canogar realiza paisajes construidos según la forma de concebir la representación de este maestro. Aún tratándose de obras tempranas revelan cómo desde sus inicios Canogar se orientó hacia una pintura identificada con la modernidad. Alrededor de 1955 el artista pasa a investigar en el campo de la abstracción. Sus primeras obras abstractas denotan una especial atención por la materia y la ordenación de los distintos planos de color. Pronto el pintor abandona esta experimentación y tiende hacia una expresividad radical, basada en el gesto espontáneo y en una reducción del color que acentúa la belicosidad de la imagen. En 1957, con otros pintores, funda el grupo El Paso. Su pintura representa con precisión los ideales plásticos del grupo: expresividad, restricción del color y una agresividad crítica frente al ambiente social y político de la época.
Sin embargo, para Canogar la abstracción no fue una doctrina ni un lenguaje de los que es imposible salir una vez que se experimenta. Son muchos los pintores que, tras una fase inicial figurativa, pasan después a la abstracción y se mantienen a lo largo de toda su trayectoria en el ámbito de esta corriente. Canogar fue uno de ellos, pero a diferencia de la mayoría, existen en su pintura retornos a la figuración, pasos a la abstracción y nuevos retornos a la figuración. Abstracción y figuración no son tendencias independientes y cerradas, sino formas de expresión a las que se acude según las exigencias experimentales de cada momento.
Cuando en 1964 abandona el informalismo, Canogar pasa a realizar pinturas y esculturas figurativas cargadas de crítica de la realidad social y política. Después los cambios se han sucedido, desde obras de un minimal expresivo a una concepción figurativa esencial de la pintura. De 1987 es su Homenaje a Van Gogh, obra en la que Canogar plantea, como en la serie de sus máscaras, una reflexión plástica en torno a modelos y arquetipos del arte contemporáneo. La referencia figurativa queda reducida al mínimo, convertida en lo que el pintor entiende que es el mejor homenaje al artista holandés: la representación de la expresividad de la pintura.
La evolución posterior de Canogar ha discurrido por caminos diferentes afirmando su forma de entender la pintura como una actividad en cambio constante. [Víctor Nieto Alcaide]