José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886-1945)
Naturaleza muerta con violín
hacia 1943
INFORMACIÓN DE LA OBRA
Óleo sobre lienzo, 90 x 75 cm
OTRA INFORMACIÓN
Firmado en el ángulo inferior derecho “J. Solana”
Quizás como contrapunto a sus personajes y escenas costumbristas, Solana recurre reiteradamente a las naturalezas muertas, que representan objetos inanimados de su propio entorno, continuando la tradición del bodegón en la pintura clásica española, que el pintor conocía especialmente a través de los trabajos de Francisco de Goya.
Esta temática fue durante los años de la vanguardia, la máxima expresión de género en la pintura de nuestro país.
Para un artista como Solana, para el que representar la realidad era algo consustancial a su pintura, esta temática liberada de contenido alegórico o mitológico, no podía ser ajena a su interés y era en cierta medida liberadora.
A los grandes espacios vacíos del bodegón tradicional, Solana contrapone unas naturalezas muertas en las que se superponen y entremezclan los objetos, que se funden con el fondo de la composición.
De paleta más sombría, la armonía cromática y el verismo de los objetos que representa está patente en Naturaleza muerta con violín, pintada en los últimos años de su vida. Parece haber querido rendir homenaje a su madre, quien le inició en la música con sus lecciones de piano, mediante la figura femenina que aparece en el centro de la composición, que sin duda toma de una postal que se conserva en el Archivo Solana del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Podría tratarse igualmente de un simple canto a la música, cuya afición le llevó en 1913 a abandonar por un tiempo la práctica pictórica, fundamento real de su vida.
María José Salazar