La Fundación y el Grup Balear d´Onitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) acordaron renovar su colaboración, iniciada en 2008, para preservar los valores naturales y culturales de la Reserva Biológica de La Trapa, una finca agrícola y forestal de montaña situada al suroeste de la sierra de Tramontana.

El proyecto, de un año de duración, persigue los siguientes objetivos: mejorar el estado de conservación de la biodiversidad y de los espacios naturales o agrarios degradados; aumentar el grado de información y sensibilización pública sobre el patrimonio natural y cultural; promover la participación social y el voluntariado; avanzar en la recuperación de la cobertura forestal; incrementar y mantener la superficie agraria; ampliar la información existente sobre el espacio; y por último, comprometer a la ciudadanía en la gestión sostenible de la finca.

En colaboración con la Comunidad del Monte Vecinal en Mano Común de Froxán y Montescola se ha trabajado para recuperar la turbera de Campo de Lamas, gravemente amenazada a causa de la presencia de vegetación alóctona y la construcción en los años setenta de zanjones de drenaje y una pista forestal. Se trata de un espacio natural que cumple con una importante función ecológica en la regulación hídrica de uso comunitario, la defensa contra incendios y el secuestro de carbono.

Para revertir su proceso de degradación se han llevado a cabo durante 2020 las siguientes actuaciones: eliminación de la masa arbórea alóctona situada dentro de la extensión del humedal; relleno de zanjones de drenaje; recuperación del entorno y de las especies que habitan en él y realización de diques para favorecer la retención de agua en el terreno.

En 2020, Fundación Banco Santander y la Asociación Amica firmaron un convenio de colaboración para llevar a cabo un innovador proyecto con una doble finalidad ambiental y social: la implicación de colectivos en riesgo de exclusión en labores de recuperación del patrimonio natural.

Durante dos años personas con discapacidad intelectual, física, sensorial o con problemas de salud mental participarán en las acciones de conservación de una zona de ecosistema mediterráneo afectada en parte por incendios forestales recientes. Las áreas de actuación son la finca Mijares, propiedad de la asociación, ubicada entre los municipios valencianos de Yátova y Buñol e integrada en la Red Natura 2000 (ZEC Sierra de Malacara), y una finca anexa de 1.000 hectáreas perteneciente al Ayuntamiento de Yátova.

Junto con la Asociación de Amigos de Doñana, la Fundación comenzó en 2020 un proyecto de dos años de duración para mejorar el estado de conservación de las brañas (zonas altas de pastoreo) de la Reserva de la Biosfera de Laciana en León.

En primer lugar, se favorecerá la proliferación de especies esenciales en el funcionamiento de este ecosistema de montaña —como el oso, el urogallo, el quebrantahuesos, el águila real y la abeja melífera— mediante la colocación de colmenas, la siembra de centeno y la plantación de frutales. Además, gracias a la participación de la población local jubilada, se rescatarán usos y conocimientos tradicionales que contribuyan a preservar la diversidad biológica y cultural de la comarca. El proyecto se completará con una campaña de difusión que dé a conocer las medidas aplicadas y sus resultados con el fin de que puedan ser de utilidad en otras actuaciones de restauración de brañas.

La Fundación firmó en 2020 un convenio de colaboración con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos con el fin de recuperar las poblaciones de esta especie en la sierra de Gredos, el Maestrazgo, la serranía de Cuenca y el sistema Ibérico. La iniciativa implicará también a los gobiernos regionales, la Comisión Europea y el Ministerio para la Transición Ecológica.

Todas estas entidades cooperarán durante tres años para lograr los siguientes objetivos: evitar la muerte de quebrantahuesos en libertad; liberar ejemplares en áreas de reciente extinción; localizar territorios susceptibles de ocupación próximos a los lugares de suelta; aunar la recuperación de la biodiversidad con el desarrollo económico y social; y estimular el intercambio de conocimientos y metodologías en el ámbito de la preservación de la biodiversidad.

Con el apoyo de Fundación Banco Santander, la Fundación RIA y el grupo de investigación HISTAGRA de la Universidad de Santiago de Compostela impulsaron en 2020 un pionero proyecto orientado a la investigación y la promoción de la sostenibilidad ambiental, social y económica en la comarca de Barbanza. Su finalidad es plantear alternativas agrícolas, ganaderas y forestales más ecológicas analizando previamente la historia, las características y los usos tradicionales del territorio.

La colaboración entre ambas entidades tendrá una duración de dos años, correspondientes a las dos fases en las que se divide el proyecto: investigación y acción. El primer año ha concluido con la elaboración de un Atlas de Aprovechamientos Sostenibles, que recopila saberes históricos y actuales y que evalúa el manejo del territorio según su sostenibilidad e innovación. Durante el segundo año, el laboratorio promoverá prácticas que cumplan con estos criterios y que puedan servir de ejemplos para actuar en otras regiones.

La Fundación y la Asociación TURSIOPS pusieron en marcha en 2020 este proyecto de dos años de duración que investiga, a través de la aplicación de novedosas técnicas, la capacidad de aprendizaje de los cachalotes para evitar las colisiones con grandes buques y su transmisión a otros ejemplares.

El estudio de la población mediterránea de estos cetáceos —declarada en peligro por la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza (UICN)— servirá para proponer medidas que garanticen su supervivencia. El objetivo del proyecto es marcar el máximo número de individuos mediante CAT (instrumentos dotados de un hidrófono y diferentes sensores) para monitorizar su secuencia de inmersión durante varios días, comparar sus perfiles de buceo y establecer posibles asociaciones entre estos perfiles y las secuencias de sonidos con las que se comunican, denominadas «codas».
 

Durante 2013 y 2014 la Fundación colaboró con el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) en la construcción de un corredor biológico para favorecer la dispersión de aves rapaces, en especial de cernícalo primilla, en la zona noroeste de Castilla y León. Las actuaciones consistieron en el acondicionamiento de 16 primillares en silos o edificios singulares y en la reintroducción de ejemplares criados en cautividad.

En 2020 se llevaron a cabo tareas de mantenimiento para afianzar la recuperación de colonias de este halcón ibérico en peligro de extinción mediante la colocación de nuevos nidales que, además, proporcionan un sustrato de nidificación adecuado a otras especies de aves (lechuzas, mochuelos, autillos, cárabos…).