En un año marcado por la emergencia social y sanitaria causada por la pandemia, la Fundación ha redoblado sus esfuerzos para adaptar su actividad al nuevo contexto en todas sus áreas de actuación.
Hemos facilitado el acceso a la cultura poniendo a disposición del público contenidos digitales de aquellas iniciativas que la propagación del virus obligó a cancelar, como la exposición temporal «My Cartograhy. The Erling Kagge Collection» y el ciclo de conferencias Biografías e Historia. Para amenizar el periodo de confinamiento propusimos varios recorridos online por la Colección Banco Santander y la descarga gratuita de los últimos títulos de la colección literaria Obra Fundamental.
Asimismo, hemos ayudado a las instituciones artísticas y líricas con las que colaboramos en la difusión de sus exposiciones y conciertos de forma virtual.
Pero, sin duda, ha sido la labor realizada en el campo de la acción social la que nos ha permitido contribuir en mayor medida a mitigar las consecuencias de la crisis sanitaria. En primer lugar, apoyando al Banco en la organización de eventos solidarios destinados a recaudar fondos para combatir la covid-19; en segundo lugar, reforzando los programas de ayudas al tercer sector ya existentes con ediciones extraordinarias centradas en los colectivos más afectados por la crisis.
Durante el último ejercicio la Fundación ha trabajado también para ampliar su programa ambiental con nuevos proyectos. La actual situación ha reforzado nuestro compromiso en este ámbito, pues ha puesto de relieve la importancia de cuidar del entorno y conservar la biodiversidad.
Confiamos en haber cumplido con nuestra misión de procurar el bienestar de la sociedad actuando de forma eficaz y responsable para dar respuesta a este gran desafío global.