La Fundación colaborará durante dos años con Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) para mejorar el estado de conservación del milano real, especie catalogada en peligro de extinción.

El área de actuación será el suroeste de España, concretamente las provincias de Badajoz y Huelva, ya que son las zonas que han experimentado un mayor descenso en sus efectivos. El objetivo es asegurar la supervivencia de estas poblaciones a largo plazo mediante la reintroducción de ejemplares procedentes de colonias en crecimiento. 

La iniciativa incluirá estudios científicos de todas las fases del proceso (métodos de reintroducción, seguimiento, selección de los lugares de liberación, control de amenazas, etc.), de modo que la experiencia adquirida sirva como ejemplo en futuras reintroducciones de la especie en otras localidades españolas.

Junto a la asociación Brinzal se ha trabajado durante 2021 en la restauración y gestión sostenible de espacios verdes de la ciudad de Madrid con el fin de favorecer la presencia en ellos de polinizadores y otros insectos.

Estas reservas de entomofauna se han creado en el parque del Retiro, el parque del Oeste, la Dehesa de la Villa, la Quinta de Torre Arias, el vivero municipal de la Casa de Campo y el albergue juvenil Richard Schirrmann.

Las medidas adoptadas han mejorado el funcionamiento de estos ecosistemas urbanos evitando que se conviertan en trampas para las especies que los habitan y han constituido un precedente para el desarrollo de este tipo de iniciativas en otras grandes urbes.

Han permitido, además, informar a los ciudadanos de la importante función ecológica que desempeñan estos insectos en la naturaleza y del problema asociado a su desaparición.

El apoyo de Fundación Banco Santander permitirá a la asociación Naturaleza Rural consolidar durante dos años la labor desempeñada por ECCO, su equipo canino para la detección y conservación de especies amenazadas de flora y fauna.

El ECCO participará en los censos de tortuga mediterránea y en el plan de conservación del turón en Cataluña. También se adiestrará a un perro para hallar venenos en colaboración con el cuerpo de Agentes Rurales de Lérida y a otros dos para localizar a grandes carnívoros y a especies botánicas en peligro de extinción.

Otro de los objetivos del proyecto ha sido aunar la conservación de la naturaleza y la inclusión social. Para ello, se impartieron cuatro talleres de terapia destinados a personas en riesgo de exclusión social que incluyeron excursiones a espacios naturales con los perros que integran el ECCO.

Fundación Banco Santander colaborará durante dos años con la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM) para continuar la línea de trabajo iniciada en 2016 con el objetivo de proteger a las tortugas marinas que habitan y transitan el Mediterráneo, en especial a la tortuga boba.

El proyecto se articula en torno a los siguientes ejes de actuación: conservación, investigación, innovación y sensibilización. CRAM criará en cautividad ejemplares de nidos procedentes de las costas españolas, realizará su seguimiento vía satélite una vez reintroducidos en su medio natural y producirá cinco incubadoras y una estación de incubación natural. Se formará además al personal municipal que trabaja en las playas para que sean capaces de detectar anidaciones y conozcan el procedimiento adecuado para protegerlas.

Finalmente, se pondrá a disposición de la comunidad científica un informe con los resultados y los datos recabados durante el proceso de reintroducción.

Con el apoyo de la Fundación, WWF España pretende mejorar el estado de conservación de los elasmobranquios presentes en el mar de Alborán y las aguas colindantes de la región de Murcia mediante el conocimiento exhaustivo de su biología, su ecología y sus principales amenazas.

El proyecto se plantea alcanzar los siguientes objetivos: estudiar la abundancia, distribución y vulnerabilidad de tiburones y rayas; diseñar una estrategia para su conservación con la participación de la flota pesquera que incluya un programa de seguimiento y la declaración de ejemplares de las especies protegidas;  favorecer el intercambio de experiencias y conocimientos entre expertos en gestión pesquera e investigadores en la ecología de condrictios (peces cartilaginosos), y concienciar al sector pesquero y a la población local sobre la importancia de su preservación.

Con la asociación Mar Cristal Marilum se llevará a cabo un proyecto para gestionar la salina de San José del Puerto, un sitio crítico en la ruta migratoria África-Eurasia, ya que alberga catorce poblaciones diferentes de aves del Atlántico oriental.      

Esta finca de 15 hectáreas fue abandonada en los años setenta del siglo xx, utilizada después como vertedero y restaurada en 2015 por esta misma asociación. Desde entonces no se había realizado ninguna labor de mantenimiento, lo que ha provocado un descenso en los niveles de agua necesarios para preservar el buen estado del humedal.

Las acciones de mejora ambiental de este ecosistema incluyen el manejo de compuertas para gestionar las láminas de agua y los esteros, la creación de un huerto salinero que produzca sal marina virgen y flor de sal, la reforestación del entorno y diversas actividades de educación y voluntariado (visitas guiadas, talleres, etc.).