Durante el último ejercicio, la Fundación ha continuado adaptándose a un entorno variable que ha exigido realizar cambios importantes en todas las iniciativas para seguir cumpliendo con nuestro compromiso de difundir la cultura, ayudar a los colectivos vulnerables y conservar el patrimonio natural.

En unas circunstancias adversas para la organización de actos presenciales, hemos acercado la Colección Banco Santander al público creando un proyecto audiovisual que traspasa los límites de la sala de arte y conecta sus obras con los principales desafíos sociales, como la transición energética o las cuestiones de género.

También hemos hecho posible la celebración de los conciertos para familias retransmitiéndolos a través de plataformas como YouTube.  

En esta misma línea, y con el fin de facilitar el acceso gratuito a la cultura, la web de la Fundación ha ofrecido pódcast divulgativos basados en los textos de nuestra colección literaria y de la nueva Colección Historia Fundamental. 

Nuestros programas de acción social han continuado prestando una especial atención a las consecuencias sanitarias, sociales y económicas derivadas de la pandemia y hemos gestionado las donaciones del fondo solidario creado por el Banco en 2020 para hacer frente a la propagación de la covid-19. 

El importante papel desempeñado por la Fundación en el terreno de la protección medioambiental se ha visto respaldado con el éxito de la primera convocatoria dedicada a la conservación de ecosistemas marinos. 

Por último, la difícil situación vivida durante los dos últimos años a causa de la emergencia sanitaria nos ha animado a seguir impulsando la investigación científica en colaboración con entidades de referencia. 

Esperamos haber contribuido con nuestro esfuerzo a paliar en alguna medida el enorme impacto ocasionado por la crisis del coronavirus en la sociedad. En la Fundación seguiremos trabajando para adecuar nuestra actividad a las necesidades reales de la comunidad en cada momento.